Durante el otoño, las orugas de procesionaria del pino van construyendo sus nidos en las copas de los pinos, en los que se alimenta de sus hojas; con el riesgo que esto conlleva para el pinar.  Durante el inicio de la primavera una vez son adultas, descienden del pino y empiezan a desplazarse por el suelo todas juntas (de ahí su nombre), teniendo contacto con otros seres. Como están recubiertas naturalmente de un pelo con propiedades urticantes; esto se convierte en un foco de alergias e irritaciones para personas y animales, incluso puede llevar a éstos últimos a un deceso en pocas horas si no se aplica ningún remedio.

Síntomas de la infestación de la procesionaria del pino:

• Nidos: Las orugas construyen nidos en las ramas, que son notables por su forma de saco y su aspecto sedoso.
• Daño foliar: Las orugas se alimentan de las agujas de los pinos, lo que puede resultar en la defoliación del árbol.
• Irritación: Las orugas de la procesionaria del pino pueden tener pelos urticantes que, al entrar en contacto con la piel, pueden causar irritación en humanos y animales.